15 jul 2011

oda al muro de lo extraño (d.e.p.)

Hace siete años comencé con un proyecto personal. Por alguna extraña razón siempre he detestado la pared trasera de mi cuarto, siempre la sentí vacía y sin vida. Entonces pegué un poster y una fotografía de graduación del bachillerato.

Seguía sintiéndola vacía, entonces llegaron mas pósters.

Seguía sintiéndola vacía, entonces llegaron los recortes.

Seguía sintiéndola vacía, entonces le pegaba encima lo que me diera la gana.

En estos años el espacio grisáceo de mi habitación fue lentamente consumido por fotografías con mis amigos, posters y recortes de bandas, discos de vinilo inservibles, calcomanías, etc. Pero no fue hasta hace poco cuando por fin la pared se encontraba totalmente llena. Desafortunadamente no tengo una foto pero tengo esta del año pasado cuando no estaba tan lejos de estarlo:


Hoy tuve la visita del instalador de la alarma de la casa y moviendo algunos cables destrozó una gran parte de los recortes pues estaban tan compactados que si quitabas uno te llevabas otro y otro y otro ... En fín, pude salvar menos de la mitad y volví a pegar todo en un nuevo órden.

Aunque gran parte del proyecto se vino abajo me alegra haberlo visto una vez completado.

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