4 sept 2011

de pesadillas y rudos despertares

Apenas son las primeras horas del domingo y me encuentro descansado tras una larga noche de pesadillas constantes que aunque parecen auténticas desgracias para mi psiquis, se convierten en tan sólo un mísero e inverosímil recuerdo de un evento que jamás tocó lugar. Estas pesadillas se vuelven constantes día con día pero siempre relacionadas con el día anterior. Empiezo a pensar que estos sueños son la dramatización de las distintas posibilidades, usualmente las mayormente negativas.

Definitivamente debo despejar mi mente para darle paso al positivismo o estos sueños bizarros consumirán mis entrañas como un gato callejero a la paloma agonizante en el suelo.