
Me encuentro terriblemente indignado por un severo acto de completa falta de ética y profesionalismo por parte de Sunsound. Viernes por la noche llego con mi novia y su hermano al evento Desertica 2011, con sede en el parque Vicente Guerrero, aproximadamente a las 8 de la noche. Tras una hora de fila logramos cruzar las puertas y es entonces cuando el infierno comienza.
El escenario se encontraba vacío y conservaba la idea de que el concierto de Hello Seahorse (únicos artistas a los que realmente deseabamos ver en vivo) iniciaría en una o dos horas... las cuáles se extendieron a casi cuatro. En ese lapso de tiempo pasamos por un auténtico calvario tercermundista debido a diversos factores como el exorbitante precio de una simple botella de agua de 500ml a 30 pesos! Con esa cantidad podrías comprar 3 aguas de un litro y meterlas de contrabando. No me sorprende que la gente lo haga, ah! y olvidé mencionar el precio del estacionamiento... 50 pesos, y ni siquiera estaba vigilado mas que por los vendedores de pulseras guatemaltecas y los tecatos mutantes manipuladores del fuego.
En casi letal estado de deshidratación y con falta de aire nos encontrábamos mi novia y yo de frente al escenario cuando salió una mujer de dudosa reputación a animar al público como si la espera hubiera sido de solo 5 minutos y pidió 5 más... que se convirtieron en 20. Lo grave es que nunca mencionó a Hello Seahorse y fue porque no se presentarían, abriendole el paso a Calle 13. No tengo nada contra Residente y compañía; su lírica me parece chusca, pero no pagaría 130 pesos por verlo en vivo y él no era el objetivo de mi estancia en ese mísero lugar.
En fín, con tanto coraje optamos por retirarnos del lugar, pues al otro día teníamos compromisos a temprana hora y no valía la pena desvelarse quedándonos en ese infierno. Al otro día corroboré la horrenda realidad. Hello Seahorse no se presentó por problemas con la producción y nó la de ellos sino la de SUNSOUND. Y si el concierto empezó tan tarde (pasadas las 12 de la noche) fue porque dejaron a Calle 13 esperando por mas de 3 horas en el aeropuerto... No me sorprende que casi no vengan artistas no electrónicos a la ciudad que atrapó al Sol.
Así como una vez prometí no volver a apostar, mi novia prometió nunca mas a acudir a un evento organizado por Sunsound. A estos límites ha llegado la codicia, al prometer algo y no entregarlo a la hora, además de sacarte todo el dinero de tus bolsillos en el proceso. Me enferma.