
Este fenómeno es de lo más rutinario en un país eternamente conquistado por una pintura y un octagenario nazi. No me meteré mas con los católicos pues luego me amenazarán con los fuegos del infierno y no se que más y es realmente molesto.
Lo que trato de plasmar en esta entrada es el horrible afán de meternos la religión hasta por los zobacos y a la fuerza. en estas fechas. Por suerte la gente que sale de vacaciones no tiene que lidiar con esta basura. Solo espero que las futuras generaciones abran sus ojos y en vez de encender el televisor lean un libro o salgan a jugar futbol a la calle... lo que sea menos dejar que los bombardeen con falsas historias de sometimiento a un ser supremo representado en la Tierra por pederastas misóginos homofóbicos pervertidos hambrientos de dinero y el poder de someter al hombre humilde.